Reconciliación
Debo reconocer que te odiaba
sin conocerte,
que la sola idea de tus paisajes áridos y solos
me hacían pensar que lloraría
sin razón aparente.
Pero lograste cautivar mi alma
con esos paisajes de arena
revestidos de calma.
Donde las rocas penden de la nada
y se aferran al tiempo
perdiéndose en la mirada.
sin conocerte,
que la sola idea de tus paisajes áridos y solos
me hacían pensar que lloraría
sin razón aparente.
Pero lograste cautivar mi alma
con esos paisajes de arena
revestidos de calma.
Donde las rocas penden de la nada
y se aferran al tiempo
perdiéndose en la mirada.
5 Comments:
No sera el desierto de Atacama??
Porque a mi me paso lo mismo.
Saludos.
"¡Qué es lindo este país!", me dijiste una vez, sentada conmigo en el tren, cuando volvía de ese largo viaje. Te faltaba conocer una parte.
Espero conocerla también, mientras quede tiempo y no me tenga que ir al mundo.
Sí, después de Neruda, de Darío o De Rokha, parece ser poco lo que la geografía puede aportar a las prácticas amatorias.
Pero todo intento es gratificante.
Las piedras observan
mudas, testifican de mi amor.
La sal sigu en la tierra,
elocuente
y desolada.
Y el desierto es arenoso
en mis pies y corazón...
Muy bueno el poema que escribiste
...
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