Wednesday, October 19, 2005

Junto al mar









Dormida entre olas ocultas
Sábanas de agua y de sal
Tendida junto a las rocas
Escucho tu nombre en el mar

La espuma de tiempos antiguos
cubierta con mi soledad
y el viento que llega y no vuela
me dejan tu rostro al pasar

Arena de cálida pureza
con destellos de oro y de sal
gaviotas que vuelan sin prisa
recuerdan la triste verdad

Una verdad inocente
verdad de sueños, nada más
la verdad de que ahora te quiero
como nadie te quiso jamás

Y quizás mi amor se acabe
y renuncie por siempre a llorar
cuando en una noche estrellada
le entregue mi gran pena al mar

Y mi pena se irá en las lágrimas
que por ti no cesan de rodar
y en una noche la amargura
quedará confusa entre la sal

Entonces seré libre
como nunca he podido soñar
entonces cesará la tristeza que tengo ahora
junto al mar.

5 Comments:

Blogger XXX said...

Tu confirmas ese decir de un tipo llamado Nicanor Parra, quien dice que "queremos ser país, pero apenas somos paisaje". Lo geográfico nos apabulla, nos hace sentir pequeños frente a tanto accidente y por eso deliramos poesía de norte a sur, de este a oeste, y de cordillera a mar. Este último es tu caso, porque optas por ese lugar donde desembocan todos los ríos metafóricos de la vida, todos los procesos, los amores abortados. El mar y la sal. Quién diría que te encontraría en esa coordenada.

12:03 PM  
Anonymous Anonymous said...

Abrelatas
Leí el poema y te reconozco que no tengo experticia en el tema. Me comentaste en qué momento lo hiciste y comprendí un poco más; tanto, como para decir que mirar hacia atrás suele ser un gran ejercicio de identidad. Porque estás frente a ti misma hace mucho tiempo, cuando seguramente mostrabas sus sentimientos sin esa suerte de tela que envuelve con el tiempo lo que realmente somos. Eso nos pasa a todos. En mi caso, es rico darse cuenta que en varios aspectos no se ha cambiado mucho y que uno puede recurrir a esas reserva emocionales que siempre ayudan ¿Que puede tener de cercano tu poema a esos recuerdos de esos años? Mi gusto por el mar y cuando a esa misma edad me quedaba horas mirándolo y pensando en lo mismo que está escrito allí. Un casual deja-vu cortesía de esas palabras, o sea, gracias por el refresco a mi memoria.

12:30 PM  
Anonymous Anonymous said...

¿Qué tendrá el mar tan en común con la poesía? A lo mejor, es porque el agua es salada, igual que las lágrimas y por eso Tagore pensaba que la sal debía tener algo de sagrado.
Me acordé de "A Margarita Debayle", del gran Rubén Darío, una de las más bellas poesías escritas en castellano:
"Margarita, está linda la mar
y el viento lleva esencia sutil de azahar.
Yo siento en el alma una alondra cantar:
tu acento.
Margarita, te voy a contar un cuento."

1:21 PM  
Blogger Monin said...

El mar... qué tendra el mar que nos subyuga tanto???

¿¿será que su inmensidad nos hace sentir vulnerables y libres a la vez??

Lindo poema... te visitaré también en este espacio... y gracias por tus visitas...

Un abrazo!!

8:50 AM  
Blogger jose salinas said...

super lindo, me imagino que arrastras una pena de amor muy grande y que ronda tu cabecita. es fabuloso poder expresarse de esta manera . mis mas sinceras felicitaciones.. yo tambien escribo algo y tambien escribi relacionado con el mar. espero que compartamos leyendonos mutuamente

2:41 PM  

Post a Comment

<< Home